Hoy en día los crímenes son cada vez más difíciles de resolver, las investigaciones toman mucho más tiempo y el análisis de las evidencias incautadas en un caso son más difíciles de analizar. Pero, ¿cuál es la razón por la que las investigaciones son más complejas?, la respuesta es sencilla, hoy en día los investigadores se enfrenten a un gran volumen de evidencias digitales, los sospechosos no sólo tienen un ordenador, sino que además, tienen al menos un teléfono móvil y en algunos casos Tablets y algún portátil. La cantidad de dispositivos que están relacionados con una investigación, incrementa el tiempo y el esfuerzo que deben realizar los agentes para poder extraer y analizar la información contenida en los equipos.
A finales del año pasado, la Policía de Inglaterra emitió un Informe en donde se exponía la realidad a la que se enfrenta este cuerpo de seguridad. (Ver Informe State of policing: the annual assessment of policing in England and Wales 2013/14)
El informe expone lo siguiente:
«Casi todos los delitos de hoy en día tienen asociado un componente tecnológico, ya sea el medio por el que se comete el delito, que sea una fuente de evidencia importante para el rastreo del delincuente o que sea una fuente de inteligencia que permita entender mejor la amenaza existente.»
El resultado de esta nueva tendencia es que la informática forense deberá convertirse en parte del día a día de las investigaciones policiales. Sin embargo, las fuerzas de seguridad, a pesar de ya tienen conocimientos avanzados de informática forense. no han alcanzo aún el nivel de técnicas más tradicionales como por el ejemplo análisis de huellas dactilares.
En el caso específico de las fuerzas policiales de Reino Unido, el informe expone lo siguiente: «Las capacidades de las fuerzas de seguridad para recoger y analizar evidencia digital no están ampliamente desarrolladas. En las inspecciones se han encontrados ejemplos preocupantes de no estar preparados adecuadamente, porque ha habido casos donde oficiales aún habiendo reunido las pruebas, fueron incapaces de recuperar el contenido en un formato que fuese admitido como evidencia, o casos donde la demora en el análisis de la evidencia es inaceptable».
Los estrictos procedimientos forenses, sin esenciales para la recolección de evidencia digital en la escena del crimen, y es evidente que en este aspecto hay poco margen para mejorar. El problema principal, radica en el análisis forense que se hace a las evidencias, ya que toma mucho tiempo.
En relación a esto el informe indica lo siguiente: «Algunos oficiales destacan la importancia que tienen los retrasos en la recepción de pruebas de dispositivos digitales. La ausencia de esta evidencia puede ocasionar demoras inaceptables en las investigaciones y enjuiciamientos. Este problema tiene un efecto negativo sobre la capacidad de los policías para investigar los crímenes que afectan comúnmente a los ciudadanos en el día a día. No es aceptable que el material probatorio que es almacenado digitalmente, no pueda ponerse a disposición de agentes investigadores hasta semanas e incluso meses después del crimen.»
Para nadie es un secreto que en la actualidad los presupuestos han sido recortados producto de la situación económica global. Por lo tanto, resulta cada vez más importante, que las fuerzas policiales puedan trabajar eficientemente con los recursos que tienen disponibles.
Hoy en día encontramos más números de casos que investigar cada año y cada vez con menos gente y menos recursos económicos disponible, es por ello que la correcta elección de la tecnología de análisis forense es tan importante como la metodología que se utilice. Por lo tanto sería de utilidad contar con una sola aplicación que fuera capaz de analizar todas fuentes de datos y relacionar el contenido y el contexto de las mismas. De esta forma el flujo de trabajo sería mucho más rápido y se podrían encontrar conexiones entre las diferentes evidencias incautadas en un mismo caso.
Sería importante echar un vistazo a la forma en la que se están haciendo las investigaciones y cómo se está gestionando la evidencia digital, de modo que se puedan buscar alternativas que no incurran en un elevado coste presupuestario y que mejoren notablemente el rendimiento de los investigadores.